Inteligencia emocional: Clave para vivir en armonía con tu energía.
- Angie Medina
- 1 oct 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 10 oct 2024
A lo largo de nuestra vida, pasamos por tantas emociones que, a veces, nos sentimos como si fuéramos olas en un océano turbulento. Sin embargo, hay una clave que puede ayudarnos a navegar esos momentos con más fluidez: la inteligencia emocional.

¿Qué significa realmente tener inteligencia emocional? No se trata solo de saber qué estamos sintiendo, sino también de cómo manejamos esas emociones para que no nos controlen, sino que las utilicemos para mejorar nuestra vida diaria. Cuando conectamos profundamente con lo que sentimos, empezamos a darnos cuenta de cómo nuestras emociones afectan directamente nuestra energía vital. La energía no fluye de la misma manera cuando estamos abrumados por la ira o el miedo, que cuando nos sentimos en paz y alineados.
Quiero compartirte tres prácticas para comenzar a desarrollar tu inteligencia emocional:
Practica la observación consciente: Tómate un momento al día para simplemente observar lo que sientes sin juzgarlo. Pregúntate, ¿Cómo me siento? ¿Qué ha causado esta emoción? Este acto de observar ya es un primer paso hacia el autocontrol emocional.
Ejercicios de respiración consciente: Nuestra respiración está profundamente conectada a nuestras emociones. Cuando estamos estresados, solemos respirar de manera superficial, lo que amplifica nuestras emociones. Dedica unos minutos al día a respirar profundamente, sintiendo cómo el aire recorre todo tu cuerpo, trayendo paz y equilibrio.
Aquí te dejo un ejercicio de Respiración Consciente para gestionar emociones.
Este ejercicio es ideal para cuando sientes que una emoción fuerte (como el estrés o la tristeza) te está dominando. Puedes hacerlo en cualquier lugar donde te sientas cómoda.
Encuentra un lugar tranquilo: Siéntate en una postura cómoda, con los pies apoyados en el suelo o las piernas cruzadas, y relaja tus hombros.
Cierra los ojos y respira: Inhala profundamente por la nariz durante 4 segundos, retenlo 2 segundos, y exhala suavemente por la boca durante 6 segundos. Hazlo a tu ritmo y repite de 5 a 10 veces.
Ponle nombre a tu emoción: Mientras respiras, identifica lo que sientes. Por ejemplo, di en tu mente: “Estoy sintiendo ansiedad” o “Estoy experimentando enojo.”
Acepta la emoción: Repite mentalmente: “Está bien sentirme así en este momento.” Al hacer esto, dejas de luchar contra la emoción y la observas como algo pasajero.
Vuelve a tu respiración: Si te distraes, está bien. Solo vuelve a centrarte en tu respiración y siente cómo tu cuerpo se va calmando poco a poco.
Haz este ejercicio cuando sientas que tus emociones te desbordan, y verás cómo, poco a poco, aprendes a surfear las olas de la vida con más facilidad.
Expresa tus emociones con compasión: La comunicación emocional es clave para mantener nuestras relaciones equilibradas. Cuando expresamos lo que sentimos desde un lugar de paz, no solo nos liberamos de cargas emocionales, sino que también mejoramos nuestra relación con los demás.
Recuerda, nuestras emociones son un reflejo de nuestra energía interna. Aprender a gestionarlas es el primer paso para vivir en armonía contigo misma y con quienes te rodean.
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